(Senecio bayonnensis) la vejez de la naturaleza también tiene una gran enseñanza.

La vejez es una de las etapas más duras de la vida y muchas veces no le damos la importancia debida, esto por falta de conocimiento o por creer que vamos a ser a jóvenes toda la vida, no sabemos que vamos hacia la vejez hacia allá vamos si es que llegamos.

Tomen nota de eso que eso es sumamente importante, muchos creen que van a llegar pero no saben que existe una alta probabilidad de que no lleguen, más hoy con estos nuevos virus, infecciones, guerras venideras el mundo medio colapsado medio movido, cualquier cosa puede pasar.

Lo mismo sucede con la naturaleza lo mismo sucede con las plantas, lo mismo sucede con el dinero la gente se dedica a gastar, a gastar, a gastar creyendo que no habrá mañana comprando cosas que no necesitan o comprandolas solo para satisfacer una necesidad innecesaria, solo para satisfacer el ego y permanecer o pertenecer a un círculo o una clase específica, pero al final al final sólo al final nos daremos cuenta que lo único que estamos comprando es vanidad, una vanidad vacía ese sentimiento del ser humano de pertenecer a una clase, de ser aceptado de ser parte de una sociedad, de un estatus, algo muy interesante que a todos nos gusta pertenecer y tener ese sentido de pertenencia pero que muchas veces lo hacemos a costa de nuestra salud, a costa de nuestra vida a costa de nuestra libertad financiera sacrificamos el mañana por el de goce del hoy, sabiendo que el ahorro no es más que un sacrificio del ahora para el disfrute del mañana, pero son cosas que las personas no entienden, tengo conocidos que están endeudados hasta los dientes con sus tarjetas de crédito, simplemente por salir a pasear, a comer y usar el plástico como un medio de pago eterno como si fuera una fuente infinita de financiamiento, cuántas veces hemos llegado a fin de mes mordiendomos las uñas sin un centavo partido por la mitad, debido a nuestras malas decisiones, entonces reflexionemos.

Cuando las viejas personas nos dicen que cambiar, cambia qué es para mejorar para tu bien, ahorra ahorra dicen los ancianos y generalmente no les hacemos caso porque creemos este ya está viejo, este no sabe nada de la vida, lo mismo sucede con las plantas por eso esta relación la extraigo aquí para parecer extraño que esté haciendo está mezcolanza, este champandongo de escritura, pero son mis simples reflexiones y percepciones.

Esta planta que ves aquí en un momento fue una flor hermosa de colores brillantes y radiantes que radiaba belleza luz y color por todo el ambiente pero ahora está reducida a un escombro, es un despojo unicolor, un color café tétrico, triste aunque para mí es una belleza, pueden ver esta flor seca sin los pétalos debido a que ya han caído, y simplemente ha quedado el cascajo ha quedado el caparazón de la flor, sin mucha belleza, sin embargo en ella se alberga una gran sabiduría igual que nuestros ancianos lo podemos comprobar cómo la vida se les ha ido ese color esa radiantes, esa belleza y la juventud se ha ido y lo único que queda son arrugas imperfecciones, cosas que no parecen gratas a la vista pero que envuelven una gran sabiduría ancestral, que debemos aprovechar siempre que muchas veces no le damos la importancia debida, así que mis amigos sirva esto para que nos veamos donde estamos y que tanto podemos capitalizar el capital intelectual de nuestros ancianos y plantas secas que muchas veces a pesar que han perdido su frondosidad, sus propiedades curativas y medicinales o sus semillas para continuar con el ciclo de reproducción están ahí para nuestro aprovechamiento.

Gracias por la visita recuerden material propio fotos incluidas.