Dr. Jekyll and Mr. Hyde

At this stage of events, it cannot be doubted that technology is one of the main supports of the blockchain and digital currencies, without it it would have been impossible to develop, maintain and grow this ecosystem. However, the lack of resources and the difficulty in the knowledge and access to the technology of the vast majority of human beings is the great obstacle that currently exists for the complete development of the new paradigm.

For some time now, it has been heard that several countries have begun study processes (some in an advanced state) to incorporate state digital currencies into their economies. A few, such as China, appear to be conducting pilot tests. These possible currencies are generically called by their initials CBDC (Central Bank Digital Currency).

Of course, the first countries to project this leap into the future are those of the strongest economies, those that a priori is technologically and humanly more prepared to face the challenges that arise. However, there are also cases of countries that, leaving aside the aforementioned, have created and promoted their own state digital currencies such as the case of Petro in Venezuela, of course, there a particular logic, interests and needs prevailed before any other essential characteristic such as technologies, security and development already mentioned. This project has not been able to take hold because it has not been able to detach itself from the recurrent political and economic crises in the country.

The main postulates of the creation of Satoshi Nakamoto are being, to be mild in my conclusions, somewhat violated with this derivation in the use of blockchain technology and digital currencies.

The Central Banks of all countries have among their main objectives to develop a monetary policy, ensure the stability of the currency and control and centralize the financial institutions of the country, something quite different from the objective of our invisible friend Nakamoto. If we go further and here I confess that I am letting my paranoia act if a Central Bank issues only digital currencies and controls them, all finances in that currency that each individual owns would be fully monitored.

Of course, when someone creates or invents something and makes it known they lose their ownership to a large extent, ask Alfred Nobel or to honor the title of this article Robert Louis Stevenson, author of “The Strange Case of Dr. Jekyll and Mr. Hyde ”.

A estas alturas de los acontecimientos no se puede poner en duda que la tecnología es uno de los principales soportes de la blockchain y de las monedas digitales, sin ella hubiera sido imposible desarrollar, mantener y hacer crecer este ecosistema. Sin embargo, la falta de recursos y la dificultad en el conocimiento y el acceso a la tecnología de la gran mayoría de los seres humanos es el gran freno que existe en la actualidad para un desarrollo completo del nuevo paradigma.

Desde hace algún tiempo se viene escuchando que varios países han comenzado procesos de estudio (algunos en estado avanzado) para incorporar monedas digitales estatales en sus economías. Unos pocos, como es el caso de China, parecería que están realizando pruebas piloto. A estas posibles monedas se las denomina genéricamente por sus siglas CBDC (Central Bank Digital Currency).

Por supuesto que los primeros países en proyectar este salto hacia el futuro son los de las economías más fuertes, los que a priori están tecnológica y humanamente más preparados para enfrentar los desafíos que se presentan. Sin embargo también hay casos de países que dejando de lado lo mencionado anteriormente han creado y promovido sus propias monedas digitales estatales como el caso del Petro en Venezuela, por supuesto que allí una lógica particular, intereses y necesidades privaron ante cualquier otra característica esencial como las ya mencionadas tecnologías, seguridad y desarrollo. Ese proyecto no ha logrado afianzarse porque no ha podido despegarse de las recurrentes crisis políticas y económicas del país.

Los postulados principales de la creación de Satoshi Nakamoto están siendo, para ser suave en mis conclusiones, un tanto vulnerados con esta derivación en la utilización de la tecnología blockchain y las monedas digitales.

Los Bancos Centrales de todos los países tienen entre sus objetivos principales desarrollar una política monetaria, velar por la estabilidad de la moneda y controlar y centralizar a los organismos financieros del país, algo bastante distinto al objetivo de nuestro amigo invisible Nakamoto. Si vamos más lejos y aquí confieso que estoy dejando actuar a mi paranoia, si un Banco Central emite solo monedas digitales y las controla, todas las finanzas en esa moneda que cada individuo posea, estarían totalmente monitorizadas.

Por supuesto que cuando alguien crea o inventa algo y lo da a conocer pierde en gran parte su propiedad, pregúntenle a Alfred Nobel o para honrar el título de este artículo a Robert Louis Stevenson, autor de “El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde”.

Las fotografías son de mi propiedad excepto las que menciono la fuente. The photographs are my property except those mentioned by the source.

Héctor Gugliermo @hosgug