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Albert

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@vgalue
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Albert era un joven ambicioso desde que tenía uso de razón. De chico después de salir del colegio trabaja con su padre en el taller de carpintería de la familia para ganarse 0.50 usd diario por 2 horas de laburo, y que reunía fervientemente en una lata de tomates. Cuando reunía 1.5 usd iba a la tienda del barrio a comprar la última revista de su cómic preferido, el cual luego de haberla leído. alquilaba a 0.10 usd a sus amigos para que la pudieran leer a una pequeña fracción de lo que costaba. En ese entonces tenía 9 años.

Llegó a tener más de 50 revistas, entre las que sacaban semanalmente como algunas ediciones especiales y muchas otras que le regalaban o intercambiaba por caramelos con otros niños del colegio, que alquilaba a todos los chicos del barrio los fines de semana en un área que acondicionó con sillas y una escueta mesa en el patio de la casa. Este ingenioso negocio le producía los sábados y domingos 10 veces más de lo que se ganaba a diario trabajando en la carpintería.

Al poco tiempo la noticia del pequeño pero muy ingenioso negocio de Albert se corrió por todo el barrio y llegó a oídos del diadiero que, viendo cómo cada semana mermaba la venta de los cómics, se las ingenió para destruirlo contactando a los padres de los chicos asiduos al patio de tertulias para mentirles diciendo que el pequeño le ofrecía a sus hijos revistas prohibidas para su lectura. Esto destruyó de inmediato tan lucrativo negocio ante la estampida de algunos padres fúricos que increparon al papá de Albert en su casa, acusando a su hijo de algo que él sabía que no era cierto.

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Nuestro amigo se tiró a llorar pero su padre lo cogió de los hombros y mirándolo a los ojos le dijo: "En este mundo siempre habrá gente buena y gente mala. La gente mala y envidiosa hará lo imposible para destruirte si tienes más éxito que ellos. Recuerda que todos te quieren ver bien pero nadie te quiere ver mejor que ellos."

Albert se fue a su habitación a pensar en lo que había sucedido y entonces decide abrir la lata de tomates donde guardaba el dinero que había producido hasta entonces, lo que le saca una enorme sonrisa que lo hace olvidar rápidamente tan indeseable episodio. Ya había logrado reunir casi 100 usd en un mes y medio que duró su negocio casero.

Esta lección en los negocios le enseñó desde chico a hacer que el dinero trabaje por ti y no tú por él. Este término más adelante se conoció como "ingresos pasivos". Nuestro amigo creció y llegó a terminar la secundaria para dedicarse de lleno a la creación de ingresos pasivos. Jamás pensó en ser empleado de nadie, salvo por un corto período y solamente para reunir capital para emprender una idea o negocio.

Fue un innovador en utilizar el dinero del banco para ponerlo a producir, es decir, apalancaba sus inversiones con dinero que no salía de sus bolsillos, creando así un ingreso pasivo que se pagaba solo y de paso, le generaba ganancias. De este modo montó uno de sus tantos negocios: el de las bienes raíces. Compró con sus ahorros un local en el centro de la ciudad el cual alquilaba. Con el dinero del alquiler mensual, reunió y, sacando un crédito hipotecario en el banco y dando como garantía el local, sacaba un crédito para comprar más locales los cuales alquilaba, de esta manera repitió la fórmula muchas veces y para hacerse de 11 locales comerciales a lo largo de su vida, en los mejores lugares y centros comerciales de la ciudad.

Eduquemos nuestro bolsillo y creemos inversiones que nos generen ingresos pasivos. De esta manera nos podemos dedicar a vivir y no a vivir trabajando teniendo como meta una miserable jubilación al finalizar nuestros mejores años.

Les dejo este link si quieren saber más sobre los ingresos pasivos.